La singularidad de Luz M. Porras está constituida por el difícil y enriquecedor punto de perspectiva desde el que escribe, articulando los discursos del psicoanálisis y la literatura hasta la configuración de otro discurso que aúna los anteriores con la historia y la antropología. Esta obra aporta claves de lectura de Cortázar, Delacroix, Poe, Montaigne, Lautréamont, Gericault, con interpretaciones que enriquecen y permiten descubrir vías-caminos-múltiples de relacionamiento con la literatura y la plástica.
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