Ya no existen las familias extensas y familias nucleares hay cada vez menos. Muchas ni siquiera se pueden definir como tales, si familia es entendida en función de la unión, sancionada por un tercero, de una pareja monógama y heterosexual, tal como se constituyó en la sociedad burguesa desde el siglo XIX. Los cambios que se han producido han sido de tal magnitud que se ha trastocado de manera radical a la familia. Sociólogos, antropólogos e historiadores están de acuerdo en que el factor fundamental para esta alteración social ha sido la transformación del lugar de la mujer en la sociedad, que ha conducido al derrumbe de la sociedad patriarcal. Estos cambios deben ser repensados desde la sociología, la historia, la antropología, el psicoanálisis y, sobre todo, desde los estudios culturales de género, pero y esto es fundamental la historia, la sociología y el psicoanálisis, deben ser estudiados desde estos cambios. Los autores plantean, en una primera parte, historizar a la(s) familia(s) en Occidente; rever la función paterna y materna en distintas culturas y revistar al complejo de Edipo. La segunda parte del libro analiza la psicopatología, y, específicamente al psicoanálisis, no en su dimensión científica, sino en su dimensión política, es decir como una construcción social, como un pensamiento de Estado, donde lo que se oye es la voz de un Estado-padre, un Estado educador y creador de sujetos. Daniel Gil es médico y psicoanalista. Entre otros ensayos ha publicado en Trilce El yo herido (1995), Sigmund Freud y el cinturón de castidad (1997), El capitán por su boca muere o La piedad de Eros (1999). Sandino Núñez es licenciado en filosofía, docente y ensayista.
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