Si bien Mujica hizo estudios universitarios sus pisadas se apartaron de la vida académica y hoy lo conocemos por chacarero, guerrillero y senador. Si bien Arocena compartió el mismo techo con Mujica, el del Penal de Libertad, su trayectoria ha estado ligada al ámbito académico, desde el dirigente estudiantil de los años sesenta al reconocido investigador y profesor universitario que es hoy. Apenas se conocían cuando se les propuso entablar este diálogo. Quizás hasta sospecharon que no iba a resultar, pero acordaron intentarlo. El intercambio fue bueno: hablaron, se escucharon, y trataron de pensar las ideas del otro. Mientras que Arocena lleva su conversación como por la vía del tren, Mujica dice que tiene la mente insurrecta: la locomotora anduvo a campo traviesa. Se metieron con muchas cosas, no anduvieron despacito por las piedras, y ni siquiera calcularon donde caer si llegaban a tropezar. Esta obra no es el programa de un partido, quienes lo construyeron con sus palabras y pensamientos solamente aspiran a que sea otra puerta para entrar a debates que todavía esperan calor humano. |