¿El Perón del siglo XXI? ¿El relevo de Fidel? ¿Un fraude monumental? ¿Reencarnación del espíritu libertador? Hugo Chávez acumula etiquetas que unos le cuelgan porque lo odian y otros porque lo adoran, y en la polarización de sentimientos que enciende a su paso su figura adquiere la tonalidad de un misterio. No hay tal: Chávez es lo que es. Chávez es lo que dice y hace. Con su estilo particular para decir y para hacer, un estilo puramente caribeño. En su discurso, en sus decisiones, pueden encontrarse las claves para comprender cómo un militar que consideró legítima la rebelión para deponer a un presidente corrupto, conquistó la presidencia con la adhesión incondicional de una parte mayoritaria del pueblo venezolano, en especial aquella más pobre, más desprotegida, más postergada. El petróleo y la liberación, el petróleo y la unidad, el petróleo y la dignidad, fueron las constantes de su discurso durante su visita a Montevideo, invitado por Tabaré Vázquez para asistir a las ceremonias de asunción presidencial. En este 48 horas en la vida de Hugo Chávez, Samuel Blixen registra la intensa actividad del Comandante Chávez en Montevideo y a la vez recrea las otras 48 horas, aquellas en que el presidente fue depuesto, secuestrado, liberado y repuesto en el poder; una experiencia que fue el referente obligado de sus propuestas y definiciones. El contrapunto que elabora el autor, a la vez que ofrece una información indispensable, aporta las claves para entender por qué Chávez es un hombre que cumple la misión que le impusieron las circunstancias. |